Otra importante puerta de la ciudad, especialmente para las mercancías, es el puerto de Barcelona. Esta infraestructura ha permitido el desarrollo de una potente industria turística que genera grandes beneficios para la ciudad, aunque recientemente se ha debatido la necesidad de orientar más la política del aeropuerto a captar vuelos internacionales, y menos vuelos low cost, lo que facilitaría atraer a un perfil con mayor poder adquisitivo, y a la vez, permitiría la ubicación de sedes de grandes empresas en la ciudad.