Por debajo de la camiseta se intuía que había algo, que bien podía ser un pulsómetro o una faja para ocultar sus vergüenzas. Cuando se cumple un año de la dimisión del presidente al que Emilio Butragueño calificó como «un ser superior» la eterna crisis del Real Madrid sigue siendo eso, eterna. Lo viste en Brasil y eso, históricamente, es sinónimo de clase, fiel reflejo de lo que un día fueron Pelé, Zico o Ronaldinho. Respecto a las negociaciones para ampliar el contrato de Ronaldinho y para lograr un patrocinador de la camiseta, Laporta pidió paciencia y aseguró que la entidad trabaja paso a paso. El presidente del Barcelona Joan Laporta llegó ayer a Aarhus (Dinamarca), donde el conjunto azulgrana realiza su concentración de pretemporada. Iñaki Urdangarín se retiró de la práctica activa del balonmano tras el España-Yugoslavia que le dio el bronce al conjunto español en los Juegos de Sidney.